Una mujer fantástica en tiempos no tan fantásticos

Por: Ignacio Hernández

Es un domingo 4 de marzo y la película Una Mujer Fantástica hace historia como el primer largometraje chileno en ganar un Oscar. Segundos después, la, en ese entonces, Presidenta de Chile se toma Twitter para felicitar tanto al director Sebastián Lelio como al elenco, entre ellos a la actriz principal Daniela Vega, mujer transexual quien, además de dar vida al personaje principal, inspiró la historia de este filme. De igual forma, minutos antes de la victoria de la película chilena, Sebastián Piñera, presidente electo de la República, envía un mensaje de apoyo al equipo del largometraje, aprovechando de señalar que tras esta película no solo hay un elenco, sino todo un país que comparte el orgullo: “Detrás de cada chileno o chilena que nos representa con su talento y trabajo en el mundo, hay todo un país orgulloso, confiado y esperanzado en su capacidad y esfuerzo por alcanzar las más altas cumbres. Suerte y éxito esta noche a #UnaMujerFantástica en los #Oscars”.

Una Mujer Fantástica, que fue estrenada en abril del 2017, relata la historia de Marina, una mujer transgénero que debe sobrellevar la muerte de su pareja, un hombre mayor (interpretado por Francisco Reyes) en un entorno de violencia sistemática ejercida por aquellos quienes rodean a la protagonista. Junto con llevarse el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa, la cinta logró ser nominada a un Oso de Oro en la competencia principal del Festival Internacional de Cine de Berlín y ganar en la categoría de mejor película iberoamericana en los premios Goya, todo esto gracias a la crítica social implícita en la historia, tan necesaria para estos tiempos, además de la extraordinaria dirección y actuación que se complementan en el filme. Sin embargo, y a pesar de los saludos enviados por dos de las figuras políticas más importantes en la actualidad de nuestro país, los tiempos en suelos chilenos no parecen ser tan fantásticos para las personas trans, quienes viven en carne propia todos los tipos de violencia representados en Una Mujer Fantástica y más.

Paradójicamente, Sebastián Piñera parece haber olvidado el orgullo que, asegura, siente todo un país frente al éxito de una historia que hace un llamado urgente a legislar y regularizar la situación en la que se encuentran las personas trans, quienes no pueden modificar el nombre y sexo que parece en sus documentos, ya que una de las primeras medidas tomadas por el gobierno de Piñera fue rebajar la ‘suma urgencia’ con la cual la Ley de Identidad de Género se estaba tramitando en el parlamento. Puede parecer sorprendente, sin embargo, no lo es tanto si consideramos que en el pasado Sebastián Piñera se ha referido a la identidad de género de las personas trans como “disforia de género”, diagnóstico psiquiátrico mundialmente criticado por patologizar a las y los trans.

Parece ser que, a pesar del éxito que ha recaudado esta película chilena, en la realidad los tiempos que vivimos no son tan fantásticos para todos, especialmente para aquellos que deben luchar día a día para obtener derechos, considerados básicos, para llevar una vida digna. Hoy, Daniela Vega debe cargar en su cédula de identidad con un nombre y sexo con los cuales no se siente representada, ni acorde, ni cómoda, mientras los políticos que deberían avanzar en estas materias se encuentran demasiado ocupados enviando saludos por Twitter, ignorando la real problemática existente. No nos queda más que esperar que en algún momento Chile sea vea tiempos tan fantásticos como las películas que nos posicionan en el extranjero.

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