Sebastián Miqueles, estudiante de ingeniería de la Ufro: “Gracias a la robótica entendí que me gusta la electrónica”

Por Ignacio Martínez

Sebastián Miqueles Soto-Aguilar tiene 19 años y es estudiante de segundo año de Ingeniería Civil Electrónica en la Universidad de La Frontera. Desde que estaba en el Colegio Emprender que le apasiona la robótica. De hecho esa misma pasión, además de ser parte de la Fundación Mustakis, es lo que lo llevó a estudiar Ingeniería en la Ufro.

—   ¿Cómo era tu infancia? ¿Jugabas con robots?

En realidad me gustaban más lo autos cuando era chico, tenía muchos. Pero sí me acuerdo que una película que me marcó mucho fue “Robots”, la veía todos los días, la tenía hasta en un VHS en la casa, entonces me la pasaba viéndola porque me llamaba mucho la atención.

—   ¿Cómo fue que te incluiste en la robótica en la universidad?

Primero, en el 2014 llegó a mi colegio la fundación en la que estoy participando (Fundación Mustakis) a hacer un curso, y en ese tiempo los mismos profesores eran los que elegían a los alumnos para incorporarse, viendo la participación en clases y las buenas notas. Ahí tuve el primer encuentro con la robótica. Nos hacían programar pero a la misma vez ocupábamos robots legos, entonces era más fácil esa parte de construir tú mismo, diseñar uno el robot.

—   ¿Cómo y por qué te diste cuenta que querías participar de esto?

Por esos años, en realidad se sabía que existía la robótica, pero no era tan popular como ahora. No era tan llamativa. A mí me atrajo, aunque en ese tiempo quería estudiar Informática y me di cuenta que esto me gustaba mucho más.

—   ¿Qué fue lo que más te llamó la atención de la robótica?

Que podemos aprender nosotros de los niños en base a la experiencia, ir notando los mismos errores que uno puede cometer pero en ellos, al final es como lo que más me entretenía, poder tener cierto tipo de retroalimentación de mis propios errores para poder hacer bien las cosas.

LOGROS

Sebastián ha participado en distintas competencias de robótica a nivel regional y nacional, viajando hasta Santiago en una oportunidad. Su mayor logro dentro de este ámbito fue un segundo lugar a nivel regional que sacó cuando recién cursaba segundo medio en el liceo. 

—   ¿Qué significó para ti sacar el segundo lugar a nivel regional en esa competencia?

Fue muy importante y entretenido, porque me dio a entender que tenía las habilidades para seguir participando y me di cuenta que podía estudiar algo como la carrera que estudio hoy. Esto fue cuando yo estaba en segundo medio.

—   La elección de la carrera que estás estudiando hoy en día, ¿fue condicionada por tu experiencia previa en esto?

Sí, porque fue en un punto crítico en el que entré a la robótica, en donde quizás sí tenía pensado en estudiar una carrera pero estaba abierto a otras opciones. O sea, tenía en mente la informática pero no me terminaba de convencer. Gracias a mi participación en la robótica pude entender que me gustaba más la carrera de electrónica.

—   ¿Te ha sido difícil ahora en la universidad poder compatibilizar el estudio con la robótica?

No mucho, porque a nosotros nos capacitan un poco (en la fundación) para tratar con los niños. Pero, por otra parte, igual hay que aprender a programar para explicarle a un niño cómo es el programa. Entonces, eso se complementa con algunos de los ramos especializados de la carrera que he tenido, por eso no ha sido tan difícil.

—    ¿Piensas seguir participando en estos encuentros de robótica regionales y nacionales?

Sí, sigo participando actualmente. De hecho este sábado tuve uno.

—    ¿Qué es lo que esperas lograr en la robótica?

En realidad, lo veo más como un hobbie al que le busco el lado entretenido de construir y de programar. Pero al final lo que uno más busca es poder aplicarlo al día a día, porque en ramos que tendré en los próximos años uno tiene que ser capaz de diseñar sus propios programas de computador. Incluso el hecho de poder crear un juego o una App hecha por ti mismo puede ser muy beneficioso y muy fácil de usar.

Al terminar la entrevista Sebastián camina hacia su casa, para prepararse poco a poco para el próximo encuentro de robótica en el que va a participar, buscando como él dijo “ayudar a los niños para que aprendan algo nuevo”.

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