Redes sociales: Una nueva forma de comunicar

Por: Constanza Villalobos

Friendster, MySpace, Facebook, Twitter, WhatsApp e Instagram son las redes sociales que más han influido en los adolescentes de las distintas épocas. El primero y con el que se desata el boom, fue Friendster, que logró en 2002, obtener más de tres millones de usuarios en tres meses, esta red social permitía a tener “amigos online” tal y como lo hace Facebook, en la actualidad, siendo una de las empresas más grandes, compitiendo codo a codo con Google.

Hoy en día, ya no es lo mismo que en el 2000, las redes sociales se han tomado a los humanos, ya no son solo adolecentes quienes hacen uso de estas tecnologías, es tan diverso el material que entregan que es apto para todas las edades, hay miles de categorías a las que los usuarios pueden optar con tan solo un touch, o click.

El consumo de estas llega a ser tan grande, que millones de personas están la mayor parte del día pendientes de sus notificaciones de Facebook, de sus mensajes de WhatsApp, o de sus menciones y retuits en Twitter. Lo que los hace de cierta forma seres dependientes, existen estudios en donde jóvenes opinan que las RRSS “facilitan hacer nuevas amitades”, pero también que “la gente se aísla más” o “se vuelve más perezosa”.

Ahora, si bien este tipo de interacción con el resto de las personas que nos rodean, no es el ideal, ha servido incluso para generar un nuevo auge, una nueva forma de comunicar, de publicar, de enfrentar el mundo, las redes sociales son una realidad que nos involucra en todo sentido, son muy pocas las personas que no cuentan con una de ellas, o no ha escuchado hablar sobre estas, ya que se encuentran en todas partes. Los medios degkjh
comunicación tradicionales están entre la espada y la pared, ya que, si no cuentan con una página web, un perfil en Facebook o Twitter, sus ventas bajan a tal nivel de no ser rentables para mantenerse en pie y esto es lo que, hace dependiente a los jóvenes (en su mayoría), ya que dentro de estas plataformas no solo pueden sociabilizar con gente a nivel mundial, sino que también pueden informarse, difundir algún hecho en particular, revisar tiendas online, escuchar música, etc.

Carla Mardones, estudiante de Odontología de la Universidad Mayor dice que “usa su teléfono todo el día”, al igual que Solange Perelli, estudiante de Ciencia Política de la Universidad Católica de Temuco quien es tajante al mencionar que sí, es dependiente de su celular y las RRSS. Es así como muchas de las personas que habitan el mundo, al notar que olvidaron su celular o Tablet en el hogar, vuelven por él, para poder estar al tanto de lo que pasa a nivel regional, nacional y mundial, porque en internet, las noticias vuelan.

Daniela Altamirano, estudiante de Periodismo de la Universidad de La Frontera, señala que “específicamente, no se puede calcular, pero creo que la mayor parte del día, porque si uno no tiene wifi, casi todos contamos con internet móvil, entonces en cada ratito libre podemos revisar Facebook, What’s App,ya sea por hablar con tu familia o compañeros de curso, en este caso. Esto si estamos en el teléfono, pero si no lo tuviera, sería solo en la mañana o en la noche, por el computador”.

Ademas Daniela comenta que no se siente tan dependiente, aunque las RRSS le sirven para comunicarse con las personas que están lejos, aunque recalca que “por lo ghlkeneral lo utiliza para hablar con su mamá en la mañana o sus compañeros, en la noche, porque está todo el día en la universidad rodeada de ellos. Pero en el caso de mantenerse informada”, si se siente dependiente porque en su caso, al ser estudiante de periodismo cuenta que se conecta, y obtiene la información en un segundo.

“Paso navegando en las redes sociales tres horas al día y me siento un poco dependiente del teléfono” relata María Paz Ballotta, quien se desempeña como educadora de párvulos, una de las razones de que esté, a su juicio, tan pocas horas navegando, “pero si se me queda en la casacomo ya me ha pasado” – agrega –  “no vuelvo a buscarlo, sino que en la noche, después me conecto y respondo los mensajes que me han dejado, pero en general no soy muy adicta, de hecho, la mayoría de mis amigos y familia me retan, porque nunca respondo lo que me envían” Ballotta, también se refiere a los pros y contra que contiene estar todo el día en línea “Lo bueno de mantenerse online la mayor parte de la jornada, es que uno se puede conectar con la gente que quiere, o si necesita algo de alguien, siempre están para pedirlo. Y los contras, es que se abusa de esta tecnología, ya que cuando uno está en una cena familiar o en la hora de comida no comparte con la familia al cien por ciento, como era antes de que existieran las redes sociales, pero como mi generación nació sin estas, yo priorizo no usarlas cuando estoy comiendo en algún restaurant o cuando estoy compartiendo con mi familia. Y bueno, yo siento que es molesto cuando se está compartiendo y uno de los invitados o asistentes está en la mesa con el teléfono respondiendo WhatsApp o en las RRSS en vez de conversar, de hecho, siempre uno puede observar en los restaurantes a parejas con sus celulares o a niñosbjkn muy pequeños jugando en las tablets, los niños pierden su niñez, y las parejas la comunicación, entonces creo que es molesto en ese sentido y para mí también lo es, ya que mi generación no nació conectada”.

Es así como podemos observar que las redes sociales están en todas partes, en todas las áreas de desarrollo urbano, todas las nuevas generaciones nacen con ellas y hacen de estas, una nueva era, una era de tecnología, una era en donde la comunicación está cambiando, la forma de ver el mundo, e incluso, la forma de comprarlo y subsistir en él, ya no solo compramos en tiendas físicas, sino que también en tiendas virtuales algunas ubicadas en nuestra ciudad o país y otras en la mismísima China, ya no nos informamos escuchando la radio, comprando el diario o viendo los noticieros, sino que revisamos un perfil de Facebook de cualquier medio de comunicación, ya sea, tradicional o no y la información está ahí, a nuestro alcance, y mucho más inmediata.

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