Por: Claudia Patiño
Los treinta kilómetros de la ruta entre Temuco y Lautaro no son suficientes para una siesta matutina. Lautaro, localidad perteneciente a la Provincia de Cautín y conocida por ser la cuna del poeta Jorge Teillier, se ha convertido en el último tiempo en una localidad que actúa como referente cultural en la región, precisamente gracias a la influencia de Teillier. Hoy en día destaca en Lautaro el Centro Cultural Municipal que ofrece a los lautarinos una extensa agenda de actividades mensuales. También es un referente el Parque Isabel Riquelme, ubicado a orillas del río Cautín, famoso por sus áreas verdes para hacer picnic o actividad física, y además la medialuna y la piscicultura.
Esta última es uno de los recintos culturales, históricos y turísticos más importantes de la localidad. Se cultivan truchas arcoíris desde 1914, lo que convierte a esta piscicultura en la más antigua del país. El lugar, en el que trabajan cerca de diez locatarios, provee a Lautaro gran parte de la actividad turística: los visitantes tienen la posibilidad de alimentar y pescar sus propios peces.
Juan Beroíza comenzó trabajando en la piscicultura hace treinta y nueve años como vigilante. Hoy, se desempeña como administrador del recinto, labor que lo enorgullece porque contribuye directamente al lugar donde nació y además porque la piscicultura es cercana a la gente. “Aquí cualquier persona puede venir y se le da el equipo para pescar, ellos sacan los peces que quieran y se paga por valor de kilo”, explica.
VISITAS
La cercanía de la piscicultura es tal con la comunidad que Beroíza cuenta que regularmente van delegaciones de colegios a visitar, la mayoría de La Araucanía. Pero no solo eso, el sitio cuenta además con un convenio abierto de colaboración con la Universidad Católica de Temuco, en el que estudiantes de las carreras de Medicina Veterinaria e Ingeniería en Acuicultura tienen sus primeros acercamientos y trabajos de terreno en el mundo del cultivo y crianza de peces.
Según José Elías Vásquez, jefe de Operaciones de la Municipalidad de Lautaro, “los estudiantes de primer año pueden aprender labores de aseo. Ellos vienen, nos aportan y nosotros le damos a la universidad un espacio de práctica”. Vásquez cuenta además que no hay manipulación de los peces por parte de los estudiantes, principalmente para evitar la contaminación cruzada. De todas formas, asegura que el mayor aporte y área de formación que la piscicultura puede entregar a los estudiantes de la UCT tiene que ver con mantención y que se ha planificado que aquel vínculo con la comunidad quede vigente en el tiempo.
Para visitar la piscicultura, hay que dirigirse al Parque Isabel Riquelme de Lautaro. El horario de atención es de once de la mañana a siete de la tarde, toda la semana. La entrada tiene un valor de 200 pesos por persona.
