Por Ignacio Hernández Catalán
La medida ya ha sido implementada, sin embargo ciclistas aseguran que tomará tiempo para que todos nos acostumbremos.
La sociedad está cambiando en todo el mundo. La conciencia ecológica se ha vuelto tendencia y esto ha generado consecuencias incluso en nuestra ciudad, la implementación de puntos de reciclaje, la ley de la leña seca, el decreto municipal que prohíbe el uso de bolsas plásticas y ahora se suma una nueva iniciativa a nivel país: la ley de bicicletas. Andar en bicicleta es una forma de hacer ejercicio, evitar los tacos, bajar los índices de contaminación y ahorrar dinero en gasolina, por lo que su uso se ha popularizado de tal manera, que hoy los automóviles han perdido el protagonismo de las calles, por lo que se había vuelto imperante una legislación que vele por la seguridad de los ciclistas y que regule el uso de este vehículo.
El domingo 11 de noviembre comenzó a regir, sin marcha blanca, la nueva ley de bicicletas en todo Chile. Entre otras medidas, la ley prohíbe a las bicicletas transitar por la vereda, debiendo usar las ciclovías o la pista derecha de la calzada, salvo excepciones, como aquellas calles donde hay pistas exclusivas para buses.
Según Erika Vidal, integrante de la asociación de Ciclismo Temuco “el objetivo principal de esta propuesta es mejorar la convivencia vial, ya que debemos aprender a vivir en comunidad, a compartir el espacio público, sin embargo este cambio de mentalidad, que debemos realizar como sociedad, tomará tiempo, ya que hasta hoy, los automovilistas aún no respetan del todo a los ciclistas y en muchas casos representan un peligro”.
Erika pedalea todos los días a su trabajo, que se encuentra en el centro de Temuco. Asegura que desde hace tiempo era necesario que hubiese una regularización del uso de los vehículos no motorizados, ya que para los ciclistas hay ciertas avenidas o calles en las que se sienten inseguros, debido a la forma irresponsable en que manejan los automovilistas. “En un accidente entre un auto y una bicicleta, el ciclista y su vehículo siempre se llevan la peor parte, corriendo un riesgo incluso mortal, que los automovilistas no sufren, por lo que no se preocupan lo suficiente”.
Sin embargo, esta ley no solo busca proteger a los ciclistas, sino también regular y evitar que estos cometan maniobras que puedan presentar un peligro para ellos o para otros transeúntes. Es por esto que dentro de los deberes de los ciclistas según la Ley de Tránsito “al transitar por la calle, siempre lo deberán hacer respetando el sentido de esta, nunca ir contra el tránsito, está prohibido circular por las veredas (a menos que los ciclistas sean niños o adultos mayores); en caso de existir ciclovías o vías exclusivas, es obligatorio transitar por ellas; está prohibido circular por las autopistas y/o autovías, a menos que exista una vía o ciclovía donde esté permitida su circulación. Esta regla aplica también en los accesos a las autopistas, autovías y túneles”.
Fernando Gutiérrez, colectivero de la línea 111, lleva 26 años recorriendo las calles de Temuco en auto y para él “está bien que los ciclistas tengan leyes que obedecer”. Según su experiencia, los ciclistas muchas veces son imprudentes, “he visto bicicletas contra el tránsito, que no respetan semáforos o que hacen giros en calles donde no se puede virar”. Esto, obligaría a los automovilistas, especialmente a aquellos que trabajan manejando, a ser el doble de cuidadosos y a tener que hacerse responsables que cosas que no les corresponde. “Espero que ahora esos ciclistas inconsiderados entiendan que están manejando un vehículo y que tienen tantas responsabilidades como el resto”:
A pesar de que esta nueva ley busca beneficiar a todos quienes compartes las calles, hay quienes no se sienten tan felices con los cambios, como es el caso del alcalde de Temuco, Miguel Becker, quien criticó el aumento de las responsabilidades que se le dan a la municipalidad, en relación a la nueva ley de bicicletas. El alcalde busca que se le dé un mayor financiamiento a la municipalidad, esto ya que la entrada en vigencia de la nueva ley de Convivencia Vial implica la realización de nuevas demarcaciones y delimitaciones en las vías. Becker criticó que “este tipo de normativas involucren un importante gasto municipal, es por esto que solicitó mayor apoyo económico para cumplir con la ley”. Desde el Serviu, el director regional Hugo Cruz, indicó que “se puede conversar cómo se reparte los gastos de implementación”.
Víctor Soto, estudiante de Sociología de la Ufro, que va todos los días en bicicleta a la universidad, además utiliza este equipo para llegar a cualquier parte de la ciudad, cuenta que a pesar de los cambios positivos de la ley, a su parecer lo que esta hace es asignarle una serie de responsabilidades a los ciclistas, regulando “poco” aquellos accidentes o situaciones que se puedan causar por responsabilidad de los automovilistas. Además, plantea que con la nueva ley, los ciclistas deberán comprar una serie de artículos de seguridad que, según su criterio, no deberían ser obligatorios. Ejemplos de esto es que desde el 11 de noviembre, un ciclista debe portar luces delanteras (un foco de luz blanca que permita proyectar luz frontal); luces traseras (una luz roja fija); utilizar un timbre o aparato sonoro que pueda emitir sonidos de intensidad moderada; andar con casco protector; un sistema de frenos efectivo; además, las bicicletas y los ciclistas deberán contar con elementos reflectantes (un chaleco, bandas o hasta tobilleras).
Erika Vidal, plantea que como ciclistas, hay ciertas normativas que serán difíciles de obedecer inmediatamente, como aquellas que no les permiten andar por la vereda o tener que andar siempre al lado derecho de la calle. “Hay avenidas, cruces o calles (en las) que nosotros preferimos subirnos a la vereda, ya que ha habido muchos accidentes en estas zonas, producto del descriterio de los automovilistas y eso no necesariamente va a cambiar con esta nueva ley. Nosotros podemos tomar todas las consideraciones que hagan falta y aun así estar expuestos a un accidente fatal, por lo que obedeceremos las nuevas regulaciones en la medida de lo posible, pero siempre velando por nuestra seguridad”. Afirma también que a medida que el tiempo pase y estas leyes se vuelvan parte de la cultura de los chilenos, podremos obedecerlas tranquilamente, pero eso “es un proceso que tomará tiempo”.