«Por Gabriel Gutiérrez»
Cinco de la tarde de un día miércoles y Temuco parece que hizo caso omiso a la supuesta llegada del invierno. Un radiante y caluroso sol se posa de forma inclemente sobre la ciudad, calor que no es impedimento para que las canchas de la Universidad de La Frontera se encuentren llenas de personas haciendo deporte y alumnos que, aprovechando la llamada “semana mechona”, se reúnen en distintos lugares para realizar actividades recreativas.
Pero a pesar del jolgorio y el ambiente distendido del lugar, no todos tienen en su cabeza divertirse, sino que personas como Natalia Bravo, estudiante de Segundo año de Periodismo en la Universidad de La Frontera, han llegado hasta la larga pista atlética que recorre el perímetro de la cancha principal para poder realizar y practicar deporte. Porque para Natalia correr no es simplemente un hobbie, sino que ella lo hace parte de su vida, pues pertenece a un club deportivo de la ciudad de Pucón con el que se están preparando para futuras carreras de triatlones. Así que, para no interrumpir su ajetreada práctica física de correr durante casi una hora ininterrumpida en la pista atlética, me tomo como una misión el poder acompañarla un rato dentro de esta rutina, mientras tanto voy sabiendo un poco acerca de su vida y sus anhelos como deportista araucana.
—¿Hace cuanto tiempo aproximadamente practicas deporte?
—Deporte… “deporte”… hago hace 7 años, pero triatlón hago hace 9 meses, partí en agosto del año pasado.
—¿Cómo fue que nació en ti esa pasión por el deporte?
—Primeramente partí haciendo básquetbol, siempre me ha gustado eso. Y sobre lo del triatlón, yo tengo suerte de vivir en la península de Pucón, lugar donde se hace el Ironman, entonces siempre me ha llamado la atención todo sobre eso. La técnica, los trajes, las competencias, le dedicaba tiempo completo para ver todo eso y así pude empezar a practicarlo.
—¿En cuántas competencias has logrado participar hasta el momento?
—Hasta ahora he participado en dos triatlones. En la primera saqué sexto lugar y en la segunda logré subir y sacar el cuarto pues en mi categoría. Espero seguir así y lograr avanzar cada vez más y más.
—Y personalmente, ¿tienes alguna meta propia a corto o mediano plazo en cuanto a los triatlones?
—Por el momento, mi mayor meta es poder cambiar de “promocional” a “sprint”, que es una categoría más arriba en cuanto a las competiciones. Estoy entrenando para bajar mis marcas y pasar a esa categoría.
EXTENUANTE
Llevo casi 15 minutos acompañándola dentro de sus ejercicios de trote y ya siento que mis piernas van a estallar. Mi poca costumbre de realizar ejercicios está pasándome la cuenta de manera seria, mientras veo a Natalia casi impávida y sin ningún ápice de cansancio en su rostro. Mi experiencia de ser parte de un país en el que las políticas de vida sana nunca han sido algo fundamental dentro de los gobiernos, choca completamente con la activa vida física que Natalia lleva, vida que, eso sí, ha debido sacar adelante con mucho esfuerzo casi propio, debido a la misma falta de políticas deportivas que hacen que en este momento solo quiera sentarme un rato y descansar.
—Desde tu opinión personal, ¿cómo ves la actualidad de todo lo que tiene que ver con el deporte en Chile? ¿Existe competitividad en nuestro país?
—Yo creo que el deporte en el país, como muchas otras cosas más, no se fomenta mucho. Competitividad existe, pero no al nivel de otros países que si tienen mucho más fomento desde los mismos gobiernos.
–¿Crees que, como deportista, se puede tener una especie de “futuro profesional” compitiendo dentro de Chile, o por Chile en el extranjero?
–Yo encuentro que acá en Chile es muy difícil poder decir ‘yo voy a ser deportista y me dedicaré solo a eso’. Además que es súper caro practicar deporte, es más, una bicicleta para hacer triatlón buena te sale arriba de un millón de pesos, además de la ropa que se usa, los suplementos alimenticios… la vida del deportista es muy cara aquí, y eso lo encuentro muy absurdo, que las cosas que te hacen bien sean mucho más caras que muchas otras cosas que te hacen mal.
—¿Existe apoyo del Gobierno para poder realizar deportes como el triatlón? ¿O uno debe avanzar se podría decir “casi solo” en esto?
—Claro que existe apoyo, pero es solo para algunas personas. Por lo menos yo que comencé hace poco, compito particular. No recibo ayuda del Gobierno ni nada, comencé a entrenar solamente por voluntad mía, porque yo quise comenzar a hacerlo. Y sinceramente yo creo que debería haber más oportunidades, porque hay mucha gente que es ‘bakán’ en esto, pero que se pierde por la poca ayuda y eso encuentro que es muy injusto.
—Y a ti como deportista, ¿cómo te gustaría que nuestro país pudiera avanzar en toda esta materia deportiva que, a veces, se hace tan escasa?
—Yo que vivo en Pucón y veo la realidad en la que me muevo, me gustaría que hubieran más polideportivos y lugares que se pudiera entrenar, porque por ejemplo en invierno con todo el frío y la escarcha que cae, es casi imposible poder prepararse. Para mí el deporte ya es parte de mi vida, y sobre todo el triatlón, por lo que me gustaría poder entrenar mucho más.
Aunque mis piernas ya no dan más, Natalia sigue y sigue corriendo como si nada pudiera detenerla. Una comparación entre ella y yo que sirve de perfecta alegoría a lo que sucede en el país, en el que prefieren criarte como a mí de manera sedentaria, mientras los deportistas deben muchas veces competir por su cuenta casi sin ningún apoyo de la autoridad. Eso sí, las ganas de ganar son esas cosas intangibles que nadie puede quitarte, ganas que veo de sobra en Natalia mientras se aleja rápidamente de mi lado.