La moda que acomoda e incómoda en la universidad

Por: Javiera Cáceres Ruz

Día a día vemos a la gente vestir de diferente forma, con diferentes colores, estampados, maneras de combinar cada prenda e incluso se puede observar a personas que se colocan lo primero que encontraron sin importar los colores ni el tipo de estampado que la ropa lleve.

En la universidad el estilo propio no deja de ser algo bastante interesante de analizar. En mi caso trato de vestirme lo más “normal” posible, con un jeans y una camiseta o chaleco que combine y se terminó el caos de rebuscar entre mis cosas. Pero hay universitarios que con solo mirarlos uno puede opinar sobre si se levantaron demasiado temprano para escoger su vestuario o cinco minutos antes de llegar a clases.

Por naturaleza nos gusta llamar la atención, más si se es un joven y está en plena “adultez-adolescencia” y quieres destacar de alguna forma dentro de una universidad donde asisten miles de personas y a veces para lograr aquello lo realizan por medio de la vestimenta. Si uno se sienta a observar a los estudiantes pasar, puede encontrarse con algunos que parecen salidos de revistas al más puro estilo de Kel Calderón, otros como si fueran a asistir a la gala del Festival de Viña del Mar o alguna entrega de premios y los que prefieren mantenerse al margen vistiéndose más sobrios y recatados.

Muchas veces me ha tocado oír a mamás y abuelas decirles a sus hijos o nietos: “Parece que vas a una pasarela en vez de la universidad” y hay casos en los que resulta cierto, ya que se esmeran más por lucir bien estéticamente antes de lucir una buena calificación, pero también hay personas que pueden hacer ambas cosas y no veo que se produzca un gran caos en su vida.

Lectora y lector, no quiero que parezca que esté criticando a la gente que se preocupa de cómo luce. Es más, he creído durante toda mi vida que al momento de buscar trabajo para que alguien pueda ser contratado debe tener buena presencia y como estamos en la universidad nos encontramos ad portas de llegar a aquello. Volviendo al tema es fantástico que los universitarios se den el trabajo de echarse “una manito de gato” de vez en cuando, pero tampoco es como que aparezca la Fran García-Huidobro o Jordi Castell para llevarlos a Maldita Moda y criticarles el look.

Creo que muchas veces se cae en lo burdo que puede llegar a ser la moda y la forma más representativa de verlo es a través de los jóvenes, quienes se dejan llevar por lo que aparece en redes sociales o por como visten los cantantes, los modelos, etc, y a veces caen en el error de que aquella vestimenta que lucen los famosos no va acorde con su cuerpo o personalidad y terminan haciendo el ridículo dentro de un mundo universitario donde la crítica puede surgir de la nada. Es por eso mejor seguir el dicho “No hay mejor moda, que la que más acomoda” y centrarse en vivir el día a día y no en la preocupación de como lucir mañana.

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