La bandurria: un ícono universitario

Por Ignacio Martínez Castro

La mayoría de las universidades de Chile y del mundo, a través de los años va construyendo la identidad que necesita como institución para atraer mejor a los tantos estudiantes que esperan ingresar a las casas de estudio, como también para diferenciarse del resto.

Es por esto que en la Universidad de La Frontera (Ufro), existe un ave que por años ha sido conocida como un ícono por toda la comunidad universitaria, dejando su marca por los pastos del campus Andrés Bello en donde todos nuestros compañeros pueden divisarla. Hablamos de la bandurria.

HISTORIA

Como varios han podido divisar, la bandurria habita nuestra ciudad con mucha presencia en distintos sectores, incluyendo la universidad, pero también podemos encontrarla casi por todo Chile.

Este animal, según la Red de Observadores de Aves (ROC), llamado científicamente “Theristicus melanopis”, habita desde el sector costero de la Región de Antofagasta, hasta el Cabo de Hornos, en el extremo sur. Paralelamente, una subespecie llamada “Branicki” habita la Región de Arica y Parinacota.

Aunque existe otra subespecie que habita los países altiplánicos como Ecuador, Perú y Bolivia, en Chile se encuentra específicamente la especie “Melanopis”.

Los ambientes en los que habita son espacios abiertos, como pastizales o campos asociados a cuerpos de agua, y también en zonas de altura como áreas precordilleranas y costas marinas.

En cuanto a sus características, la ROC la define de la siguiente manera: “Es un ave grande y de alas anchas. El lomo es grisáceo, cuello y cabeza acanelada-amarilla. Corona castaña. Abdomen negro. Ojos de iris rojo, zona alrededor del ojo y carúncula bajo el pico negruzca. Posee un pico curvo y largo de color negro que utiliza para alimentarse. Las patas son robustas y largas, de color rosado intenso y uñas negras cortas”.

La bandurria no está calificada en peligro de extinción dentro de la Categoría de Conservación en Chile, aunque sí es considerada por algunas personas del campo en el sur de Chile como una plaga.

PRESENCIA EN LA UNIVERSIDAD

La presencia de la bandurria en Temuco no pasa desapercibida. Y es que en muchas plazas de la ciudad es posible verla, la mayoría de las veces en grupos de tres o más, aunque también en solitario.

Por lo tanto, verla casi todos los días en la universidad no es una sorpresa para nadie. Natalía Rodríguez, estudiante de Periodismo, dice que “siempre que vengo veo al menos una. Me llaman la atención, porque todo el tiempo estaban por aquí, y después vi que en actividades había gente se vestía de bandurria y ahí entendí que realmente era importante para la universidad”.

Como dice Natalía, desde el primer momento que entramos al recinto, podemos ver como las bandurrias pasean por todos los pastos que existen, donde ninguna persona que estudie en la Ufro puede decir que no se ha encontrado con esta especie.

Todo esto nos lleva a entender que la bandurria es un ícono de la universidad, pero, ¿por qué?

ICONO UNIVERSITARIO

La explicación es muy sencilla. Según la página web de la Universidad de La Frontera, la bandurria fue escogida en un principio por los estudiantes como mascota de las actividades, donde luego lentamente se fue transformando en un elemento de la identidad institucional.

En la misma página web, en la sección “Nuestra esencia” se explica de manera literal lo que simboliza esta ave para la universidad: “Inconfundible por su tamaño, forma y particular gritos, esta ave migratoria que deambula con frecuencia en nuestro campus Andrés Bello, simboliza la voluntad de la comunidad universitaria de desplegar sus alas para volar más allá de La Frontera”.

Hay que destacar también, que durante varias actividades que se realizan, ya sea de bienvenida a primeros años o de carácter deportivo, siempre hay compañeros que usan un traje de bandurria, característico en cada una de estas acciones, donde ya es muy común y extraña cuando no sucede.

Es así como un ave característica de casi todo el país se convirtió en un ícono para nuestra universidad, gracias a los compañeros que la escogieron como mascota de actividades deportivas y también por su gran presencia día a día en el campus Andrés Bello. 

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