El fútbol y los barrios bajos

Por: Fernando Fabres y Javier Sandoval

No es posible hacerse los ciegos ante algo que es tan obvio, el fútbol ha ido creciendo de forma exponencial en nuestro país, lo vemos en cifras que se reflejan en los jóvenes, que cada vez les interesa más convertirse en un futbolista de clase mundial, antes que un periodista o un ingeniero, pero más exactos, en las comunas de escasos recursos, donde solo se puede jugar la vida tras un balón, ¿Cómo se darán paso a los sueños?

Mediante testimonios iremos aclarando esto, si solo es un decir de la gente o un real secreto a voces que nadie ha sacado a la luz, a pesar de estar frente a nuestros ojos, ¿de verdad se puede salir de barrio y ser un gran Alexis Sánchez, un Gary Medel, un Arturo Vidal?

The Old soccer ball on grass worse, Poor soccer game field at countryside.

Las posibilidades son acotadas, sin embargo, los pequeños son dedicados por sacar sus sueños adelante, Cristián Aedo, encargado del taller de Fútbol en la escuela municipal Labranza, cuenta desde la experiencia, que con el tema de las redes sociales se ha potenciado aún más el deseo de los pequeños por surgir, sin embargo, es un arma de doble filo, porque muchos jóvenes abandonan sus estudios por seguir “la pelota”, ya que ven más motivante una pelota que un libro. “Muchos casos vemos de deserción escolar en estratos sociales bajos, producto de muchos factores, familias disfuncionales o con un tipo de adicción como el alcohol” Y así es, uno de los grandes rivales del progreso en los deportes es el alcohol, y según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2017, los jóvenes entre dieciocho y veinticinco, consumen ocho tragos por cada día de consumo lo que no solo lo deja ahí, sino que, otro dato es que, uno de cada diez muertes en Chile son por alcoholismo, adicción que se vuelve una traba para los jóvenes que no la sepan manejar tanto como en sus casas, como en ellos, y es más en comunas donde la pobreza de panoramas y de recreación no dejan con otra posibilidad a los jóvenes.

Caso ejemplar es la comuna de Carahue, en donde la trabajadora social Sheila Malatesta, explica la situación de pobreza que se vive. “Carahue no solo es una de las comunas más pobres a nivel regional, sino que a nivel nacional, junto con esto se destaca por los altos índices de violencia intrafamiliar y alcoholismo, esto hace que los jóvenes no tengan el apoyo de una familia “constituida” que pueda darle motivación a sus intereses como deportistas, a esto se suma las pocas probabilidades de juntar dinero, y los recursos es lo fundamental para moverse dentro del deporte”

¿El paso del tiempo ha influido?

Cristian dice que “si, es mucho mayor la afluencia de niños con ganas de ser futbolistas, por lo que decía de las redes sociales, permite ver a sus familias, su día a día, cosas que los motiva aún más, y como sociedad hemos cambiado, porque estamos más preocupado por esto que está sucediendo, producto del sedentarismo y la obesidad en los jóvenes, entonces se fomenta por una parte de salud y otra emocional, sin decir el crecimiento que se ha dado en cuanto a infraestructuras, ahora se cuenta con canchas sintéticas que permiten desarrollar un montón de disciplinas”, sin embargo, Sheila discrepa con esa opinión y dice “si, se ha avanzado un poco, pero no lo suficiente para lograr un gran desarrollo, y hay algunos que solo se suben al carro de la victoria cuando se trata de reconocer algún mérito deportivo de un joven, sin embargo por parte de las autoridades hay mucho por hacer, ya que para solicitar ese tipo de fondos, para los que se postulan y se recurre al municipio para recién comenzar un proceso con la Dirección de Desarrollo Comunitario, y a pesar de que ha habido apoyo, es lo mínimo y está muy por debajo de lo que se necesita” y es verdad, ya que según cifra que entrega el Instituto Nacional del Deporte (IND) el presupuesto para este 2018 en materia de deportes disminuye un 20,1%, cosa que acortaría aún más los deportes para los jóvenes.

Sheila también habla acerca de las pocas ofertas deportivas que entrega la comuna de Carahue. “El hecho de no encontrarse en una ciudad, limita las facilidades de acceso a los sectores terciarios de la ciudad, osea se dificulta la postulación a equipos de fútbol, y en sí la comuna no ofrece mucho, las actividades a veces son con cuota a cancelar, otras veces gratuita, pero es muy limitado lo que se ofrece”.

Otro lugar donde esto sucede es en los campeonatos campesinos, donde la gente de bajos recursos de sectores rurales se juntan para jugar fútbol y entrenarse en equipos. El entrenador de FC Quemchue, Yean Provost, cuenta que en su equipo hay personas con problemas de alcoholismo, pero mediante el deporte van saliendo adelante, el régimen que les exige a sus jugadores para que tengan buen rendimiento se basa en actividad física y cuidado personal. En respuesta a la pregunta sobre si se le debería dar más énfasis al deporte en lugares vulnerables, comentó: ‘’en todos los sectores se debería promover más el deporte, en los sectores vulnerables se ven a menudo problemas porque hay más descuidos y menos recursos, pero es necesario generar este tipo de actividades para promover la actividad física y enseñarles sobre la importancia de mantener una buena salud, que sepan los riesgos que tienen ciertas cosas en sus cuerpos, como les afectaría el rendimiento y así ir generando conciencia porque muchas personas se pierden estando en lugares así y nunca está de más echarle una mano a alguien que lo necesita’’.

Está claro que los jóvenes de bajos recursos ven el fútbol como una salida a sus problemas y así lo afirma Provost, pero otra persona también afirma eso y es José Godoy futbolista senior del Club Deportivo Cóndor. Él llega el año 95 al pueblo de Panguipulli, donde luego de un partido amistoso lo deciden llevar al equipo. Viviendo en una de las poblaciones más precarias y peligrosas vió el fútbol como una salida a su pobreza, su dedicación al fútbol y su trabajo, ya que había dejado los estudios por falta de dinero lo mantuvieron ocupado y según él eso lo salvó de haber caído en malos pasos como la droga o el alcohol, ‘’muchos compañeros de equipo eran vecinos míos, nos hicimos muy buenos amigos dentro y fuera de la cancha, otros se perdieron en el camino, pero es entendible igual, todos teníamos una situación difícil y no todos supieron aprovechar las oportunidades que se dieron’’.

‘’Cuando sea grande voy a ser futbolista profesional, y si no, seré abogado’’ comenta Nicolás Lagos, un joven que pertenece al Club Deportivo Thiers en Padre Las Casas, se entusiasma con la idea de ser el próximo Alexis Sánchez: ‘’Yo si le pongo empeño, llegaré a jugar en el Manchester (United) como juega Alexis, soy bueno y muchas personas me lo han dicho, así que si le pongo empeño, llego seguro’’.

El fútbol influye en la vida de las personas de una manera muy fuerte, muchos lo ven como una salida y está comprobado que el talento y esfuerzo dan sus frutos, hay que incentivar a los jóvenes a ir con el deporte de la mano en sus vidas, y ayudar a los que lo ven como una salida a su precaria situación, ya sea, con equipamientos, canchas o entrenamientos. Muchas historias más se pueden ir forjando y muchas personas más pueden salir adelante gracias a este deporte.

 

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