Bohemian Rhapsody, el retorno de Mercury a la pantalla

Por Paloma Castillo

Sin duda alguna Queen marcó un antes y un después en la historia de la música y por  qué no decirlo Freddie Mercury, un icono en la realeza del rock. Todos estos elementos: Legado, vida y obra de una las bandas más recordadas,  son abordados en el Filme Bohemian Rhapsody. La cinta dirigida por por Bryan Singer y  Dexter Fletcher, (quien asumió posteriormente el puesto) cuenta la historia de Farrokh Bulsara (como era conocido Mercury antes de su salto a la fama) un joven, perteneciente a una familia de origen parsi e indio que trabaja transportando equipajes y que constantemente debe enfrentarse a las exigencias de un padre que quiere que su hijo obre bien y sea alguien en la vida.

Farrokh (interpretado por Rami Malek) quien sigue desde cerca las presentaciones de la banda Smile, un día tras la renuncia del vocalista, decide proponerle al guitarrista Brian May (Gwilym Lee) y al baterista Roger Taylor (Ben Hardy), integrar la banda y el resto ya es historia. Desde entonces y tras sumar al bajista John Deacon (Joseph Mazzello) y obtener el respaldo de EMI,  Queen y Freddie Mercury pasarían a la memoria colectiva con grandes éxitos como el que otorga título a esta película, además de We Will Rock you, Under Pressure, Love of my Life, Killer Queen o Somebody to Love, de las cuales se muestra su proceso creativo y puesta en escena.}

Pero la cinta no solo retrata este legado musical, haciendo hincapié en la composición y los innumerables conciertos de la banda, sino que también hace referencia a los costos que Mercury debió pagar en el área personal por una vida poco discreta y ligada a los excesos, sus últimos años de vida junto al sida que para entonces era un tema tabú y sus romances, entre los que destaca su noviazgo con Mary Austin, (Lucy Boynton) retratada en el filme como el gran amor de Freddie Mercury, un sentimiento paralelo a la atracción que este sentía por los hombres, parejas a las que también se hace alusión.

El título de cinta ganadora a los Globos de Oro en categoría mejor actor para Rami Malek y mejor película dramática, no es en vano. Las actuaciones y caracterizaciones de imagen de sus cuatro protagonistas están muy conectadas con los personajes originales (No hay que olvidar que la cinta fue supervisada por Brian May y Roger Taylor, miembros de Queen) y aunque que el parecido físico de Malek con Mercury no es completamente idéntico, su interpretación, gestos y excentricidad, consigue ejecutar una presencia escénica imponente en pantalla que transporta al espectador a la sensación de estar viendo a esta banda rock.

Respecto a la estética de la película, esta última está muy bien lograda, dejando implícito el avance de los años mediante su paleta de colores (tiene un estilo más retro al principio) así como también  en la imagen de los músicos, que sufre una evolución conforme avanza la cinta. La iluminación y los movimientos de cámara en la proyección de los conciertos también es algo a destacar, ya que sumado a una impecable banda sonora, logra traspasar de energía y nostalgia la pantalla tanto para los fanáticos como para quienes no lo son.

Pese a esta percepción personal, desde la crítica especializada, lo comentarios no han sido del todo positivos. Para muchos, el filme posee incongruencias tanto en acontecimientos como en fechas especificas. Lo mismo sucede con la vida de Mercury, la cual según estos criterios es tratada de forma superficial.

Sin embargo,  no hay que olvidar que esta cinta tampoco tiene un fin netamente documental, aun tratándose de una de las bandas más exitosas de todos los tiempos, Bohemian Rapshody, también nos habla del precio de la fama, de las inseguridades tras las caretas, la prensa sensacionalista, los excesos, el orgullo y una lección para quienes aun no sienten cual es su lugar en el mundo. “Nací para hacer esto” dice Mercury en una de las escenas. Es ese garbo por hacer lo que nos apasiona, el principal legado de una de las figuras, que a 27 años de su muerte sigue remeciendo a salas de cine repletas,  a los fans y a las nuevas generaciones. Si es buena o mala, juzgue usted, finalmente, la última palabra la tiene el espectador.

 

 

Comentarios