Benjamín Walker, cantautor nacional: “Ha sido difícil venir a Temuco por la falta de espacios”

Por Renata Bastidas Navarrete

Desde que debutó como músico en 2014, la carrera de Benjamín Walker no ha hecho más que ascender: en apenas 4 años, no solo ha publicado dos discos ampliamente elogiados —Felicidad (2014) y Brotes (2017)—, sino que también fue nominado al prestigioso premio Grammy Latino en la categoría Mejor Nuevo Artista. Además, a principios de este año fue el representante chileno en la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar.

Hoy, el hijo de Ignacio Walker y Cecilia Echeñique, se apronta a darle forma a un futuro tercer disco, que según el mismo músico explicó, es en realidad más complicado que hacer el segundo, ya que “el primer disco es donde metes todas las canciones que llevas años perfeccionando y probando. El segundo es una mezcla de lo que queda del primero y que se ve influenciado por nuevas inspiraciones. Pero el tercero, es partir completamente de cero”.

Antes de encerrarse por una semana en Valdivia junto al músico Nicolás Sotomayor (Hausi Kuta) hizo una parada en Temuco, ciudad que Walker buscó visitar como solista desde 2017, cuando acompañó a la banda Cuáles i Quiénes. Fueron dos años sin poder sin venir, puesto a que no había espacios que recibieran la música emergente con las condiciones apropiadas en la capital de La Araucanía. Esta era una deuda que el artista deseaba sellar y la noche del sábado 22 de junio, gracias a la gestión del equipo de Palmera Music, por fin pudo pagar. El concierto fue en las instalaciones de Encuentra Tu Sur, salón que se ubica en el segundo piso del ex-local “Los Guachacas”.

— Terminando recién de tocar, ¿cómo describirías tu experiencia debutando en solitario en Temuco?

No sabía qué expectativas tener de Temuco, porque no me había presentado formalmente en un show en solo. Sí había recibido en el último año, y lo digo muy en serio, muchos mensajes de temuquenses preguntando cuándo iba a visitar su ciudad y pidiendo que viniese. Yo le decía a mi equipo que fuéramos y nos costó mucho, por años, encontrar un lugar.  Hasta que se acercaron los chicos de Palmera Music y nos ayudaron con toda la gestión y producción de la tocata, de lo que estoy muy agradecido.  Lo que pasó después fue algo increíble. Teníamos un salón en Encuentra tu Sur, que es un espacio hermoso, lleno de gente coreando mis canciones, coreando “Y Arderán”, “Sigues en Mí”. Y me tocó compartir después con la gente que vino y pude conocer sus anécdotas de cómo habían conocido mi música, que significa para ellos. Para mí fue mucha emoción y es muy conmovedor venir a un lugar que no conoces, que no sabes si es que te escuchan, si va a venir gente y menos la reacción que puedan tener. Así que me voy con el corazón muy contento.

— ¿Qué opinas de que en Temuco estén naciendo lugares autogestionados que buscan hacer de la ciudad un punto de parada en las giras de músicos nacionales y no solo un lugar de paso?

Me parece urgente que sigan naciendo espacios así. Musicalmente en Chile están pasando cosas importantes, estamos frente a una generación que constantemente está generando música de calidad, muy buena y de disciplinas muy distintas. Y se hace necesario tener un espacio en Temuco, que es gigante y es una ciudad universitaria, para hacer nuestro trabajo y desenvolver nuestra música y relacionarnos con la gente. Históricamente para la escena independiente ha sido difícil venir acá por la falta de espacios de capacidad media para poder mostrar nuestra pega. Temuco es un foco importante de juventud y de gente con ganas de hacer cosas nuevas y hay una escena gigante que se muere de ganas de venir para acá a llenar estos lugares.

— En el escenario contaste cómo tu música está conectada con la naturaleza y sus brotes. ¿Tiene algo de especial para ti visitar La Araucanía en medio del We Tripantu, la celebración del Año Nuevo Mapuche?

Sí. Me tocó tocar estar en el sur el primer día del invierno y vivir este fenómeno en que la lluvia limpia, cambia los procesos y se nos da la oportunidad de limpiarnos de lo que tenemos encima y partir de nuevo. Estoy ad-portas de comenzar a trabajar en mi tercer disco y estar en esta zona en particular, con todo el simbolismo y espiritualidad en que se vive en La Araucanía por el We Tripantu, es muy potente. Me voy mañana a Valdivia en medio de esta casualidad que es significativa y que de seguro la tendré muy presente, entendiendo que estoy empezando un tercer capítulo en mi carrera.

— Estás recién empezando a armar este tercer capítulo. ¿Hay algún detalle que puedas adelantar?

Estamos eligiendo las canciones aún, vamos en esa parte. Mañana voy a Valdivia a encerrarme a terminar de componer el disco toda la semana. Un adelanto que te puedo dar a ti, que no se lo he dicho a nadie, es que Javier Barría va a ser el productor de este trabajo de nuevo.

—  Javier Barría también fue productor de tu segundo disco “Brotes” ¿En qué cambió tu forma de hacer música desde que trabajas con él?

Fue un antes y un después. Yo era fanático de Barría. Andaba sin productor y se me ocurrió escribirle. Trabajamos en “Tu valor”, a Javier le gustó la canción y eso fue un precedente para decirme a mí mismo: “Quiero que él grabe conmigo el segundo disco”. Cambié todas mis formas de hacer las cosas. Tiene que ver no solo con agarrar un instrumento y tocar música, sino que entender las máquinas, que los computadores sean parte de los instrumentos. Todo eso te abre el mate, te hace crear canciones distintas. Mi oficio no fue el mismo desde que me produjo el segundo disco, quiero trabajar de nuevo con él en esta etapa.

Benjamín Walker pasó por la capital de La Araucanía. Vino —como él mismo aseguró— sin expectativas pero se fue al sur con una maleta llena de recuerdos y ganas de regresar. Y ese sueño puede cumplirse, ya que dejó acá a un grupo de fanáticos que esperan con ansias volver a escuchar su potente propuesta musical.

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