Beneficios estudiantiles con fecha de vencimiento

Por: Gabriel Sandoval y Diego Sanhueza

El 2015 los estudiantes de la Universidad de La Frontera (Ufro) lograron conseguir una serie de beneficios a través de una movilización que se extendió durante todo ese año. Hasta el día de hoy los estudiantes gozan de una rebaja en la matrícula y la disminución en el pago del certificado de título. No obstante, estas bonificaciones llegan a su fin este año y al no existir federación, el escenario se vuelve complejo para una posible renovación.

“Para mi mala suerte, no tengo ninguna beca, por lo que subir la matrícula me afecta demasiado”. Esta expresión refleja la realidad de los estudiantes universitarios que no cuentan con ninguna ayuda del Estado para financiar sus estudios. El final del convenio entre la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Frontera (Feufro) del 2015 y la rectoría universitaria traerá como consecuencia un inminente nuevo periodo de movilizaciones en la Ufro.

Una lucha que trajo resultados

Sillas apiladas en la entrada de cada facultad, barricadas en los alrededores de la universidad y fervientes asambleas generales marcaron un proceso histórico donde las demandas de los estudiantes fueron escuchadas, provocando de esa forma una serie de cambios en la universidad más importante de La Araucanía.

Ricardo Luer, presidente de la Feufro del año 2015, recuerda que “lo importante de esta movilización fue construir un petitorio entre todas las facultades. Esto nos ayudó a que se comprendieran nuestras demandas, que apuntaban a la educación como un derecho y no como un bien de consumo”.

El petitorio consistía en 33 demandas por parte de la Federación, entre las cuales destacaba un descuento al pago de matrícula. Según Luer, “algunas casas de estudios superiores del sur del país, como la universidad de Los Lagos, dieron una lucha importante y lograron disminuir el arancel de inscripción. Un hito significativo que nos incentivó a continuar la batalla por el resto de nuestras exigencias”.

El costo de la matrícula hasta antes de la movilización era de 115 mil pesos, precio que fue reducido en un 43 por ciento, luego de los esfuerzos realizados por los dirigentes a lo largo de todo el 2015. Este año, los estudiantes ingresados aún disfrutan del beneficio en el cobro de arancel de inscripción que se realiza antes de iniciar un nuevo semestre.

La matrícula sube, el descontento también

Valeska Quilan, estudiante de primer año de la carrera de Ingeniería Civil Industrial, declara estar conforme con el precio cancelado al ingresar este año, pero “no estaba al tanto del término de ese beneficio, siempre pensé que la matrícula costaba 65 mil pesos y para mí ese precio está súper bien. Ahora, si el precio sube me parece un acto canalla por parte de la universidad”.

Ricardo Luer aclara que “la fecha de caducidad de los acuerdos estaba marcada por la voluntad política de la universidad más que por la necesidad de los estudiantes, ya que las necesidades de educación gratuita aún continúan”. A partir de estas declaraciones, será rectoría quien decida si el 2019 los estudiantes deberán pagar el valor original de la matrícula.

Lo anterior afectaría directamente a Paola Oses, estudiante de Periodismo quien no posee ningún tipo de beneficio estatal. “No tengo gratuidad ni ninguna otra beca, mis papás pagan el arancel completo y que más encima se suba la matrícula me parece un aprovechamiento por parte de la Ufro”.

Posibles soluciones

En la actualidad, a diferencia del 2015, no existe una Federación de Estudiantes en la Universidad de La Frontera, razón por la cual tampoco se ha hecho llegar una solicitud de renovación para estos beneficios. “La falta de Federación refleja el poco interés político del estudiantado ante las decisiones que nos afectan a todos”, exclama Nicole Gutiérrez, presidenta del Centro de Estudiantes (CC.EE) de Trabajo Social de la Ufro.

Además, agrega que “Como CC.EE estábamos al tanto de todas esas modificaciones, de hecho, pensamos que se aplicarían desde este mismo año. La solución es simple, si el gobierno universitario no escucha la voz de los estudiantes, hay que hacer presión, así se hizo el 2015 y se logró el objetivo, de la misma forma pensamos nosotros”.

El problema en la propuesta de Nicole Gutiérrez es que la única forma de “hacer presión” a nivel general es a través de una Federación de Estudiantes. Los Estatutos de la Feufro confirman aquello en el artículo 6 del capítulo 1: “Representar a todas y a todos los estudiantes ante las autoridades Unipersonales y Federales de La Universidad”.

No obstante, cada Centro de Estudiantes tiene todo el derecho de crear un petitorio interno que involucren decisiones mayores a nivel de universidad. Algo con lo que concuerda el exdirigente estudiantil, Ricardo Luer, quien asegura que “son los Centros de Estudiantes de las facultades y de las carreras, quienes a través de las asambleas demuestran que el camino por buscar nuevas soluciones es responsabilidad de cada estudiante”.

Un ejemplo de lo anterior es el CC.EE de la carrera de Trabajo Social, quienes según su presidenta, tienen programada una asamblea la próxima semana. “Hablaremos acerca de este tema y comenzaremos a realizar un petitorio ante una inminente movilización”, puntualizó Nicole Gutiérrez.

Contrario a lo que ocurre en la Facultad de Humanidades, en la carrera de Odontología no están de acuerdo ante una posible movilización que paralice las actividades académicas de la universidad.

Rodrigo Grandón, presidente del CC.EE de Odontología del 2017, cree que  “el paro es sólo la consecuencia de la falta de diálogo. El debate entre ambas partes es una de las pocas herramientas útiles para llegar a un acuerdo. En el caso de la carrera, como Centro de Estudiantes, apoyamos una movilización exclusivamente con fundamentos sólidos y en situaciones que nos repercutan directamente”.

Si bien, el descuento en la matrícula fue cumplido durante los tres años por parte de la administración universitaria, éste sólo era un punto en el petitorio aprobado el 2015. La disminución en el valor del Certificado de Título y la construcción de mayores accesos para personas en situación de discapacidad quedaron pendientes durante el periodo de Sergio Bravo como rector, quien deja el cargo en los próximos días.

Las modificaciones a beneficios internos de la casa de estudios y los cambios a la Reforma Educacional por parte del Gobierno de Sebastián Piñera serán factores trascendentales ante posibles movilizaciones durante el 2018. Por el momento, la incertidumbre sigue presente la Universidad de La Frontera, donde los estudiantes anhelan una educación gratuita y de calidad.

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