Por Paloma Castillo
Tras ingresar el 2013 a la carrera de Ingeniería Civil Industrial, mención Mecánica, Felipe Barbieri decidió integrarse al equipo de Balonmano de la Universidad de La Frontera, motivado por experiencias previas y tras ser invitado junto a otros amigos por el entonces entrenador Cristóbal Albornoz. Hoy, el joven temuquense de 23 años analiza su paso por este deporte y los nuevos desafíos de esta temporada.
EL EQUIPO
-El año pasado entre sus logros, la rama de Balonmano consiguió el cuarto lugar a nivel nacional universitario, además de ser bicampeones de Liga Balonmano del Sur. ¿Cómo definirías el 2017 en términos competitivos?
-Competitivamente nos fue bastante bien, salimos primeros en el Campeonato Univerciudad, donde ya nos convertimos en tetra campeones. Creo que mostramos buenas diferencias respecto a los otros equipos. En la liga a nivel sur donde fuimos bicampeones, pienso que demostramos un buen nivel y buenos resultados, tanto en la semifinal como en la final donde ganamos los partidos por diferencias de alrededor de 15 goles.
El año pasado afortunadamente influyó que se sumaron jugadores al equipo y que existió también un gran compromiso por parte de todos. Podría decir que hubo mayor madurez en el grupo, lo que nos permitió conseguir ese cuarto lugar.
-Y en ese sentido, ¿cuáles son las metas actuales del equipo?
Nosotros esperamos responder de gran forma este año. Actualmente contamos con nuevos refuerzos que de seguro serán un buen aporte. Nuestra meta es el nacional universitario, idealmente salir primeros o conseguir un lugar dentro del podio.
DESAFÍOS PERSONALES
-¿Cómo compatibilizas tus estudios con la actividad deportiva?
-En un principio se hizo más difícil, más que nada por temas de inmadurez y porque es difícil organizarse bien, pero después con el tiempo pude coordinar mis horarios sin dejar de lado los entrenamientos y obviamente, sacrificando también varias horas de sueño porque las prácticas terminaban tarde y muchas veces llegaba a las doce de la noche a estudiar a mi casa. Básicamente son sacrificios que hay que hacer si uno quiere ser comprometido con algo.
Estuviste a cargo de la rama por un tiempo, ¿cómo fue esa experiencia?
En 2016 y tras la renuncia del entrenador, siendo el capitán, tuve que asumir el rol de encargado del equipo hasta encontrar un nuevo entrenador. Fue complicado y afortunadamente lo encontramos a mediados de abril, pero él no podía estar completamente dedicado a la rama, entonces coordinamos que el vería toda la parte técnica y yo me dedicaría a ver lo que había que organizar en la Universidad junto al tema de los viajes. Entre los dos tratamos de ir coordinando y fue un proceso bastante agotador, pero dentro de todo se sacó adelante.
-Fuiste condecorado como Deportista Destacado Fenaude 2017, ¿A que le atribuyes ese reconocimiento?
-Creo que hay varios deportistas con un mejor nivel que yo en la Ufro, pero en mi caso pienso que probablemente fue una sumatoria de cosas como mi compromiso, constancia, dedicación y tiempo.
¿Cuáles son tus proyecciones en el Balonmano?
Personalmente más que nada quiero sentirme bien jugando. El año pasado tuve la fortuna de salir como mejor pivot, por lo que espero poder repetirlo este 2018. A decir verdad los objetivos son más colectivos que individuales, si el equipo anda bien todos vamos a andar bien
DEPORTE Y VIDA UNIVERSITARIA
–¿Crees que como estudiantes es importante el desarrollo de una actividad deportiva?
Pienso que el deporte nos aporta diversos beneficios, da una vida más saludable y en el caso del Balonmano que es colectivo, ayuda a relacionarnos de mejor forma con el entorno, fortalecer el compañerismo, la empatía y sobre todo da la posibilidad de superar frustraciones y tener tolerancia al fracaso. Yo creo que el deporte es fundamental para cualquier carrera y para cualquier persona ya que nos ayuda a superarnos a nosotros mismos.
¿Falta algo para potenciar la rama en la Ufro?
Más que la rama en la universidad, yo creo que a nivel regional estamos un poco al debe. Antes había más colegios que impartían esta disciplina y hoy en día se sacan jugadores de Freire o Villarrica, pero en el caso de Temuco estamos un poco más estancados. Sería ideal que pudiéramos hacer talleres de formación en establecimientos a futuro y quizás generar mayor difusión en la universidad.
¿Qué les dirías a aquellos alumnos que aún no se animan a participar de esta disciplina deportiva?
En la recepción mechona nosotros tuvimos un stand para poder reclutar gente nueva. En nuestra rama no tenemos un proceso de selección y cualquier persona que quiera participar puede hacerlo. Acá hay un grupo que cuenta con buenas personas y todos somos amigos, así que es un deporte bastante entretenido y muy completo. En definitiva independiente de las dificultades en lo que respecta a motricidad, todo es cuestión perseverancia. Si van con esa disposición, van a lograrlo. Concluyó el deportista.