Nunca fuimos primeras

Dentro de las universidades de Temuco nunca había existido una rectora mujer elegida por otros académicos y académicas, siempre han sido electos hombres. De acuerdo a datos de Conicyt (Comisión Nacional Científica y Tecnológica) solo el 3% de las rectorías de las universidades chilenas poseen mujeres a cargo.

Y es que nunca fuimos primeras. Llegamos segundas, siempre. “La primera mujer en…” es un reconocimiento desde el género. Un triunfo para nosotras, no para todos. Los hombres llegaron primero: a la luna, a los medios, a la ciencia, a la política.

Si fuéramos las primeras en algo, les dolería la guata. Porque una vez arriba, nadie nos baja. Escribo desde mi posición de mujer, de la lucidez que me ha otorgado el rigor de enfrentarme a un mundo desigual, de ver cómo hombres mediocres les arrebatan los puestos a mujeres brillantes, de soportar presiones sobre mi trabajo, de aguantarse caras largas cuando te toca liderar algo, porque el poder siempre ha sido de ellos. Y no lo será más.

Este año, académicos y académicas de la Universidad de Aysén votaron para elegir a la persona que se encargará de la rectoría por los siguientes cuatro años. Marcando un hito para la academia chilena, esta Universidad, que nace en el extremo sur de Chile, eligió a Natacha Pino Acuña , convirtiéndola en la primera rectora electa de una universidad estatal en Chile

De igual manera algo similar ocurrió en Periodismo, carrera que en sus veintisiete años de existencia en la Universidad de La Frontera, por primera vez es dirigida por una mujer, la doctora Sandra López Dietz

Vale recalcar nuestro contexto: Chile ocupa el quinto lugar de la OCDE como el país que más brechas tiene entre remuneraciones y otros derechos entre hombres y mujeres. Cuestiones como salud, acceso a puestos de dirigencia (privada y pública) se ven limitadas por el solo hecho de nacer mujer.

Son estas buenas instancias para reflexionar también sobre nuestra labor en los medios. ¿Cuántas editoras hay? ¿Cuántas periodistas somos? ¿Cuántas mujeres asumen el rol de directora? Visibilicémonos. Estamos. Es nuestro deber erradicar el sexismo, la violencia de género y la brecha salarial. Cada una desde sus puestos. Cada una desde su trinchera. 

En la franja presidencial de Gladys Marín en 1999 -cuando yo tenía solo meses de vida-, dirigió un discurso enfocado en el público femenino. Mensaje que perdura hasta el día de hoy y del cual rescato lo siguiente: “Las mujeres sabemos que no salimos de la costilla de Adán, ni que lo obligamos a comerse la manzana. Y también sabemos que con cabello largo o corto, y del color que se nos antoje, tenemos ideas largas y profundas”.

Renata Bastidas es estudiante de tercer año de periodismo en la Ufro y también se desempeña como editora de contenidos de Periódico La Frontera.

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