Desde ya mucho tiempo – y para ponerlo en perspectiva, aproximadamente un año – he visto muchas noticias en las redes sociales sobre la salud mental de los jóvenes hoy en día. Y no es que sean positivas, porque realmente este tema es bastante delicado y afecta a muchos compañeros y compañeras en su vida.
Incluso durante los primeros meses de este semestre universitario, fueron varias las carreras que llegaron a paralizar las actividades lectivas pidiendo por una mejor salud mental, puesto que estaba afectando demasiado en el vivir de los estudiantes. Pero la pregunta es, ¿qué pasa realmente? ¿Tiene la universidad una carga académica demasiado potente?
Como estudiante universitario y cursando ya mi tercer año de la carrera de Periodismo, puedo decir que todos tenemos realidades distintas. Y estas realidades de cada uno de nosotros son lo que importa realmente. Obviamente muchos nos estresamos casi a diario con los quehaceres universitarios, pero algunos casi nada e inclusive tienen tiempo para realizar distintas actividades extraordinarias, que por supuesto también ayudan.
La carga académica en todas las carreras va a ser diferente, y para cada uno también. Es por esto que tenemos que velar por el que está al lado nuestro, comprenderlo, entenderlo, porque, repito, no es igual para todos. Lo que quizás para ti es fácil, para otro puede ser imposible y no está mal. Por eso mismo tenemos que ponernos en el lugar del otro antes de emitir cualquier comentario.
La salud mental en Chile está mal. Mal, porque la preocupación es mínima. Si hasta este año en nuestra universidad había solo dos psicólogos para casi 3 mil estudiantes y ningún plan de ayuda para quienes lo necesitaran, quiere decir que la preocupación no es la suficiente.
Por eso mismo es que digo y recalco, que nos pongamos en el lugar del otro. Y ayudar a nuestros compañeros, solidarizar con ellos, porque al fin y al cabo todos somos humanos y no máquinas. No buscarle la “quinta pata al gato”, como se dice coloquialmente, sino que tratar de entender a la otra persona que quizás necesita de ayuda profesional, o tal vez solo de alguien que le brinde apoyo.
Realmente no podría decirles qué pasa con la salud mental en nuestro país y más aún en las universidades, porque no soy psicólogo como para poder ahondar en un análisis más profundo, pero sí puedo decirles que hay algo que no está bien, y las herramientas para poder solventar este problema no están siendo las suficientes.
Por eso mismo brindemos apoyo a nuestros compañeros y compañeras que lo necesitan, más ahora en época de clases y con la llegada de la primavera. No pasemos por alto la salud mental en los jóvenes y pongamos ojo en lo que le falta a nuestro país, para así a futuro poder cambiarlo y erradicarlo.