Por Constanaza Villalobos
Siete en punto de la tarde, comienza el primer Café Científico del año y poco a poco se empieza a llenar el Casino Los Notros de la Universidad de La Frontera. Al momento en que llegué, las primeras mesas ya estaban ocupadas, así que consigo asiento en lo que sería en filas normales, alrededor de la octava. Luis Lara, del Sernageomin da el vamos. La verdad es que son pocos los que fueron a verlo a él, todos íbamos por Marcelo Lagos, geógrafo y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y rostro visible de TVN cuando de terremotos o tsunamis se habla.
Daban cerca de las 19:40 cuando el invitado especial tomó el micrófono y comenzó a hablar. Tituló su presentación como “Apostando contra lo inevitable” y su primera frase, “vivimos pensando que vamos a ganar”, me quedó dando vuelta, porque soy histérica si de terremotos se trata. Nunca he vivido uno como tal, solo las réplicas. Digo esto porque para el 27F estaba durmiendo y no sentí nada, y al mencionar que soy histérica, soy de esas personas que tienen botiquín de emergencias, un bolso con ropa, mucha comida no perecible, agua en botellas que cambio regularmente y varios artículos de supervivencia, que con el tiempo voy adquiriendo. Quizás nunca los use y si tiembla mi edificio se cae y muero. Pero nunca está de más tener un poco de precaución. Tal vez, alguna vez logre ganarle a un terremoto y si me quedo aislada aquí, ya tengo como sobrevivir un par de días.
SENTIDO DEL HUMOR
Aparte de los datos exactos que entregaba Marcelo Lagos, lo que más me llamó la atención de su presentación fue el sentido del humor y cómo cautivó a la audiencia. Yo diría que en menos de 5 minutos ya había un silencio rotundo dentro de la sala con una voz imponente, como la voz en off que el Buenos Días a Todos tenía en su tiempo. Me costó creer que realmente era su voz, no la recordaba de los programas o noticieros de TV, ya que acostumbro a leerlo, más que escucharlo. “Somos campeones del mundo desde 1960. Las últimas copas son algo reciente, puntual, pasajero”, esa fue la primera risa que le sacó al menos a 300 personas que llenaban el casino. “1960 Valdivia, nuestra primera copa, la copa al terremoto más grande del mundo, 9,5° en la escala Richter, 10 minutos de duración”.
Al continuar con su charla, en la que me mantuvo concentrada más de una hora y en donde solo bajaba la vista para tomar algún apunte, siguió con los chistes, que más que chistes eran sátiras al sistema, a la sociedad. “´Krakatoa al este de Java´ y Krakatoa siempre estuvo al oeste de Java, pero eso no lo sabe nadie. Particularmente el director de la película. La película es mala, pero bueno…” contaba mientras se paseaba como Pedro por su casa. Movía sus manos para explicar, hacía gestos con su cara, usaba todos los instrumentos que tenía a “mano” para explicar todo a la perfección, mantener la atención de un buen grupo de personas y más encima, hacernos reír. Un capo, como dirían algunos.
Como buen académico, sabe que la atención luego de cierto tiempo se acaba y hay que dar un descanso y para Marcelo Lagos ese descanso era darle la cuota de humor a su monólogo. “Nosotros sabemos de sismicidad, sabemos de terremotos. Incluso, hace algunos días atrás un joven en Santiago, no se movió de su lugar… mientras temblaba… Él decía ‘nada me perturba’”. No hubo una persona que no lanzara una carcajada o sonrisa cuando hizo alusión al video más visto luego del temblor de Valparaíso, del lunes 24 de abril. Cada una de sus frases humorísticas entraban como rompecabezas, justas. Como si estuviera todo planeado. Lo que creo que no es así, no tenía ni una tarjeta, ni una letra en su Power Point, solo imágenes, todo salía de su cabeza, todas esas fechas, ciudades, países, horas, sismos. Todo. Luego de reírnos del video el sismólogo siguió. “Esta conducta de nada nos perturba, es totalmente chilena. Esa no te la hace el argentino, no te la hace el brasileño, esa no te la hace nadie”… las risas continúan en las dependencias de la Ufro.
Para seguirnos demostrando que los chilenos tiramos todo para la chacota, siguió con su humor y cátedra, todo junto. Lo siguiente, es lo escrito en una tarjeta del día de San Valentín chilena: “Tú eres mi terremoto preferido, porque cada vez que te veo tengo temblores grado 8 en la escala romántica del 1 al 7, con epicentro en mi corazón”. Y lagos proseguía… “esta es una tarjeta de San Valentín chilena, probablemente si se la envío a mi novia en Dinamarca, ella no va a saber de qué se trata, porque no sabe de terremotos, de escalas, de magnitudes. Y lo más probable es que a ella en su vida nunca se le ha movido lo que para todos es lo más estable que existe, el piso.” Y tiene mucha razón, en varias partes del mundo, nunca en su vida han sentido un temblor.
SENTIDO SOCIAL
La presentación del hombre de los terremotos tampoco estuvo exenta del sentido social y la lucha política, que se respira día a día en la Ufro, al mostrar un gráfico que iba en decadencia, el académico dijo: “Partamos de la base que estos no son los sueldos de los profesores que van a jubilar en esta universidad. Tampoco los míos y si no peleamos, tampoco van a ser los suyos” Haciendo alusión a los malos suelos de los profesores y la miserable jubilación que tienen.
Los chilenos somos especiales, y sobre todo si de desastres naturales se trata. Ya son normales, para nosotros, si el temblor no es sobre 6 no cuenta; si el volcán no destruye todo, no fue erupción; si el aluvión no se lleva un par de casas, fue una simple lluvia; si un tsunami no arrasa con lo que pille en su camino, fueron solo marejadas, y hay que ir a sacarles fotos. A nosotros, los chilenos, “nada nos perturba” somos expertos en el tema. Para nosotros es pan de cada día, y así lo dejó expresado la pasada tarde del jueves el geógrafo y académico de la PUC, Marcelo Lagos, el hombre de los terremotos, el de TVN.
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