Por: Constanza Villalobos
Para ningún chileno pasa desapercibida la seguidilla de sismos que se ha registrado en la última semana a lo largo del país y, bueno, cómo no darnos cuenta si más de alguno de nosotros ve un estado en Facebook con un “¡¡Está temblando!!” o algo por el estilo. Los matinales, sobre todo el de La Red Tv, con Salfate al mando, pueden hablar más de una hora del tema y la Onemi sugiere que tengamos preparado un kit de emergencia. Algo está pasando o más bien, algo va a pasar.
Hace pocos días escuché a un amigo hablar de lo que lo que está pasando hoy. Decía que una “réplica” de lo que pasó antes del terremoto de Valdivia, en 1960, y cuando digo réplica no me refiero a una réplica del terremoto, sino que a que está pasando lo mismo que en esa época, muchos temblorcitos… muchos. A la espera de uno grande.
Se rumorea que son tres, dos de ellos ya ocurrieron y no tuvieron tanta intensidad como el próximo que se espera que será de unos 8 grados escala Richter. Otros dicen que luego de este terremoto que se viene, habrá una oscuridad inmensa y que una “lluvia” caerá sobre una ciudad cercana al mar y llena de casas antiguas va desaparecer, haciendo alusión a la Isla de Chiloé. Todo calza, suponiendo que este temblor sea entre Valdivia y Chiloé, como esperan los que habitualmente predicen estas catástrofes.
Y bueno… a pesar de mi incredulidad… por si acaso tengo mi kit de emergencia a mano. No estamos tan lejos de Valdivia y según la página de Sismología de Chile, ha temblado en Temuco. Por ello, procure no olvidar echar esto a su mochila de escape en caso de catástrofe: dos litro de agua por persona, comida no perecible, abrelatas manual, linterna y baterías, radio portátil, un mini botiquín de primeros auxilios y una manta, entre otros artículos más personales. Nunca se sabe.