«Por Camila Luengo»
El día 9 de enero del presente año, el Director de la carrera de Periodismo de la Universidad de La Frontera, Luis Nitrihual Valdebenito, publicó una columna de opinión en el diario El Austral de La Araucanía que causó cierta conmoción en un sector político, el cual elabora una respuesta a dicha columna y la publica en el mismo medio de comunicación y, a su vez, la publica en las redes sociales.
– Leer columna titulada “Incendiando La Araucanía: ¿Terrorismo?”
– Leer la respuesta de la Seremi de Gobierno de La Araucanía
P: ¿Cómo se da la oportunidad para poder escribir aquella columna “Incendiando La Araucanía: ¿Terrorismo?” en el diario El Austral de La Araucanía?
R: Yo le envié un texto a director del diario y al él le pareció interesante, pertinente la publicación y la posibilidad de publicar. De hecho el primer texto que publique es este texto polémico. Y que es parte del trabajo periodístico.
Imagen: Luis Nitrihual Valdebenito, Director de la Carrera de Periodismo UFRO.
P: Claro está que todos tenemos derecho a opinar diferente y tener percepciones distintas respecto de lo que sucede en La Araucanía, pero hubieron reacciones tras su publicación, expresadas en cartas al director, donde se le acusa de falta de objetividad, falto de criterio y de sesgo político, además de panfletario, usted ¿cree que fueron reacciones precipitadas?
R: Hay que separarlas. Porque, bueno, si uno revisa la prensa nacional, por ejemplo, uno se encuentra con el Rector de la UDP (Universidad Diego Portales), Carlos Peña, que publica columnas en El Mercurio y son columnas que si uno las lee son muy críticas con el gobierno; en general con la clase política, ni siquiera con temas de “Nueva Mayoría” o “Alianza”, no tiene que ver con eso. Y le dan muy duro a Carlos Peña.
O sea a mí me parece que es una cuestión normal y común de la opinión. De hecho esas cartas a mí no me molestan. Evidentemente, en una carta al director tú dices lo que se te viene en gana. Y también es parte del juego histórico de opinar.
Ahora, lo del cargo, por ejemplo, me parece de mucho sentido común; porque es muy provinciano. A mi modo de ver. A Carlos Peña no lo critican porque es Rector de la UDP, pero igual publica y cosas duras. Pero es que aquí en Temuco pareciera que la gente no está acostumbrada a opinar distinto. Eso me resulta más preocupante. Porque alguien no por ser director o presidente, incluso, no pude emitir sus opiniones. Ahora, que yo no esté de acuerdo con sus opiniones es otra cosa. Yo podría contra argumentar eso y decir: “yo estoy a favor de que pasen los helicópteros”. Puede haber una argumentación que sustente esa opinión, y eso me parece legítimo. Luego, con las cartas al director, es interesante eso; hay mucha violencia en el ámbito. Eso es lo más preocupante, pero no es significativo tampoco.
P: ¿Y le parecieron argumentos sin fundamentos, por el hecho de acusar o juzgarlo a usted por el cargo más que por el contenido?
R: Claro, porque entonces ninguna autoridad podría emitir ninguna opinión sobre nada. A menos que opinen lo que yo quiero. Eso no tiene ningún sentido. Para mí las cartas fueron muy viscerales, muy de sentido común, muy de lo que tú dices cuando te enojas. Precipitado. Por lo tanto no tiene más valor que eso, no tienen más valor que el valor del enojo. No me parecen relevantes.
P: Y a estas se suman las declaraciones que hace la Seremi de Gobierno de La Araucanía a través de su cuenta en facebook que se titula “Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos”.
R: Esa me resulta más preocupante. Porque en el fondo tú ahí encuentras que una autoridad de Gobierno se tome la molestia de tratar de censurar a alguien; eso es preocupante. No se hace regularmente.
Y ahí lo que pasa, lo que se produce, yo creo que es mucha impericia política de parte del Seremi. Es una impericia política; porque es como que yo me pusiera a contestarles a los estudiantes. Quién sabe cuántas cosas dirán de mí los estudiantes. Cómo me voy a poner a contestarles a los estudiantes. Es lógico que puedas pensar así. Y quién sería yo. A menos que alguien me acuse de algo, que eso es diferente, por ejemplo si yo hubiese estado acusando al Gobierno de malversación de fondos. No. Yo estoy opinando una cuestión de contingencia política que a mí me parece que está mal llevada. Esa es toda la historia. Entonces, que alguien pretenda, en el fondo imputarme de falta de responsabilidad, por ejemplo… es lo que digo yo en mi contestación; cuál responsabilidad. ¿Su responsabilidad? ¿La que usted quiere? No. No tengo por qué tener su responsabilidad; yo tengo mi responsabilidad.
Entonces claro, eso es creer que lo que yo opino es lo más responsable, y que lo que el otro opina no es responsable.
Y es claro que él esté defendiendo su Gobierno. Y es claro también que yo estoy criticando su Gobierno. Ese es el juego de la política; la política es sin llorar. Porque si tú tomas decisiones de ese tipo que involucran a toda la población, no puedes esperar que todos estén de acuerdo contigo; es absurdo. Por tanto a mi modo de ver por parte del Seremi hay una falta de habilidad política. Como una política de la calle, una política de pelea callejera, y eso no debiera ser la política. El debería sacar una columna en el diario donde apoye la medida que está planteando su gobierno. Y me parece que eso es legítimo, y tiene derecho a expresarlo.
P: Y expresarlo como individuo, no detrás de Seremi de Gobierno.
R: Exactamente, porque yo escribo como Luis Nitrihual Valdebenito, un ciudadano que tiene un cargo, evidentemente, porque tú me puedes buscar en internet y encontrar todos mis datos, incluso la dirección de mi casa. No escribo yo desde la Dirección de la carrera de Periodismo, porque sería falaz de mi parte también, porque hay gente que a lo mejor no piensa como yo. Eso lo escribo a título personal.
P: Luego de la primera columna, usted escribe una segunda columna pero esta vez dice “Luis Nitrihual Valdebenito, académico de la Universidad de La Frontera”, ya no dice “director”, ¿lo cambió usted o el diario?
R: Lo cambie yo. Yo lo pedí. Porque yo soy muy institucional en ese aspecto; quiero mucho mi carrera. Yo digo que soy periodista de aquí y que estudie aquí. Entonces encontré injusto, desde mi punto de vista, la crítica que se me estaba haciendo en ese ámbito. O sea, me parecía injusta dicha crítica para la carrera, no injusta para mí. Como individuo a mí no me pasa nada, es lo que le digo al Seremi también, me hace gran favor. Y él lo intuye un poco; está dándome tribuna. Por lo tanto a mi no me causa perjuicio como periodista, pero a la institución sí, a la carrera sí. Y por tanto me parecía que si estaba yo opinando como individuo, basta con ser parte del cuerpo académico de la Universidad de La Frontera. Aparte que los cargos siempre son muy pasajeros. Tampoco es que yo me sustente como director de la carrera, porque eso no es así.
P: ¿Y lo considera un error haber escrito en la primera columna como director?
R: No. Y creo que ahí, en mi caso, no lo pensé. Pasa como cuando tú escribes, uno pocas veces logra visualizar el impacto. Es como la canción de “Los Tres”, donde le preguntan al actor y él dice: la verdad es que nunca pensé que iba a pasar lo que pasó. Es eso. Evidentemente, esto es a una escala mínima. No es nada, en relación a eso. Y yo dije: publico esto y qué va a pasar, y comenzó a transformarse en una bola de nieve. Y de hecho mi contestación es un poco, en el sentido de que la discusión puedo haber sido para los estudiantes más que para mí, porque yo ya soy grande, pero para los estudiantes sí es interesante porque en el fondo tú te das cuenta de que hay gente que se preocupa de leer eso.
P: ¿Siente que hubo un ataque gratuito a la imagen de la carrera puesto que un punto de la crítica se sustenta en el tipo de formación que se está entregando a los estudiantes de la carrera de Periodismo?
R: Claro y eso me pareció injusto. Por eso ahora publico con mi nombre y como académico de la Universidad, porque yo podría persistir en lo de dirección de carrera pero probablemente siempre iban a tener ese flanco. Entonces yo les quité ese dulcecito. Por tanto hay que ver ahora que no tienen ese flanco, por dónde van a venir las críticas. Porque sus críticas se sustentaron fundamentalmente en mi posición de director de carrera.
Y mis próximas columnas son igual de críticas. No sobre la cuestión mapuche, porque mi preocupación es escribir sobre cosas que a mí me interesan, y variadas. Por eso yo le tengo un gran agradecimiento al director del diario El Austral por aceptar eso también, en virtud que planteo una visión crítica, y no necesariamente un medio de comunicación tiene que estar siempre en línea con los que opinan sus columnistas. Por tanto, el diario El Austral aceptan esta posición y me parece que es una muestra de pluralismo interesante.
La siguiente columna habla sobre educación y mercado. Y eso es lo que yo persigo; transformar esa columna en un espacio de reflexión crítica. Y eso es lo que hacen muchos intelectuales, lo hacen casi todos los académicos de las distintas universidades chilenas; Patricio Navia, Carlos Peña, María Olivia Monckeberg, entre otros.
Lo que pasa es que en esta región no estamos acostumbrados a la disidencia, estamos acostumbrados a que se piense siempre igual y eso es una cuestión preocupante para la sociedad.